La leyenda del corazón comido, en la que un marido celoso se venga de su mujer adúltera dándole a comer el corazón guisado de su amante, se fijó en la literatura cortés de la Edad Media tras una selección y asimilación de remotas historias clásicas, convirtiéndose en un motivo favorito de los escritores medievales. Esta leyenda -que, con mayor o menor regularidad y mejor o peor fortuna en su tratamiento, ha seguido apareciendo a través de la historia de la literatura hasta nuestros días- se integró entre 1280 y 1285 en EL LIBRO DEL CASTELLANO DE COUCY en la versión que, a partir de entonces, ha sido relatada y citada en innumerables ocasiones.