Es de noche y en el puerto de Barcelona un guardia hace su ronda
cuando su pastora alemana se para en seco a olfatear desesperadamente un
contenedor. Al llegar, los mossos d’esquadra hallan en su interior a
una mujer en posición fetal, inconsciente y deshidratada. Tiene una
brecha en la sien, quemaduras en la cara y el cuerpo, y no recuerda
quién es ni cuál es su lengua materna, pero está viva. Mientras se
recupera en el Hospital Clínic, un hombre intenta asesinarla.
La
inspectora Anna Ripoll, experta en trata de mujeres, parece haber dado
con su identidad y su dirección: Alicia Garone; 19, rue du Chariot,
Lyon. En la ciudad francesa el inspector Erik Zapori busca el modo de
librarse de la investigación a la que asuntos internos lo está
sometiendo por delitos de corrupción y proxenetismo. Nada mejor que
viajar a España a ayudar en la resolución de un caso, aunque puede que
este sea el más complejo de su vida.